martes, 14 de junio de 2011

el niño de la bola

Güéjar Sierra cuenta con una tradición que es autóctona de este pueblo. Aunque hoy en día sigue viva esta tradición, la afluencia de gente es cada vez menor, por lo que se teme que un futuro cercano desaparezca.
En la misa del sábado de Gloria: El Niño Jesús aparece resucitado en el expositor del altar mayor de la iglesia. Al mismo tiempo, durante el canto del Gloria, salen de una capilla la Virgen y San Juan, los cuales se colocan en las andas a los lados del altar mayor, entre el repique de las campanas y el sonido de los cohetes.
Esa noche, las vecinas que tienen el honor de esconder el Niño en su calle, se afanan por hacer un hermoso portal con mantones, encajes, flores y macetas. Por la mañana temprano, el Niño Jesús es llevado por los mayordomos del Señor, y colocado en el portal para que todo el que lo desee pueda ir a verlo antes de la procesión.
La procesión, que se suele celebrar a las once de la mañana, comienza con la Virgen y de San Juan, los cuales se dirigen a la Plaza Mayor. La Virgen se queda delante del Ayuntamiento, y San Juan le pide permiso con una reverencia para ir a buscar el Niño.
San Juan sale en procesión por las calles del pueblo, debe dar tres vueltas, representando los tres días que Jesús estuvo muerto. Cuando pasa por la Plaza Mayor, hace tres reverencias a la Virgen. En la tercera vuelta, San Juan encuentra al Niño, y lo acompaña hasta su Madre.
Una vez concluido esto, se dirigen la Virgen, el Niño y San Juan hacia el templo, para la misa. Todo esto entre cohetes y aplausos.
Según cuenta la tradición, las muchachas solteras que cojan claveles de San Juan, encontrarán novio durante ese año.

1 comentario:

  1. En el castañar, por el antiguo camino de Hazallanas, a la altura del Cortijo Bigotes, existia a la entrada de un camino secundario a la izquierda, un castaño llamado -el del niño de la bola- de unos noventa centimetros de diametro, ya ni debe existir, su recogida de castañas era destinada cada año a la Iglesia del pueblo y por su nombre para gastos de esta fiesta. En la antiguedad, cada ciudadano del pueblo tenia alguno que recogia, aun no teniendo propiedad justificada sobre el, esta tradición se ha ido pendiendo con los años, por desconocimento y por no saber su situación exacta entre tantos en dicha montaña.

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